Los manifestantes se congregarán en la plaza de la estación de Quilmes, desde donde marcharán hacia la Fiscalía Nº 8 para exigir la detención de los dueños de la casa que alquilaba la madre de la víctima en Ezpeleta.
Familiares y amigos de Ludmila Ramírez, una nena de 11 años que fue violada en reiteradas oportunidades en Quilmes, realizarán una marcha hoy a las 9 desde la plaza de la estación de Quilmes hasta la Fiscalía 8, en Hipólito Yrigoyen 475, donde van a exigir la detención de los dos acusados, el dueño y el hijo de la casa que alquilaba la madre de la menor.
Indignados ante el aberrante caso y la falta de respuestas por parte de la justicia, Yohana Carolina Bogado, mamá de Ludmila, manifestó, en diálogo con este medio, su malestar ante la quietud judicial. "Mi hija fue violada por este hombre de 50 años y su hijo de 17 y aún se encuentran libres en sus casas. No me explico por qué, ni siquiera los citaron a declarar", puntualizó.
"A mi hija le hicieron dos pericias y en ambas se comprobó que hubo violación de vieja data", agregó. Al mismo tiempo, explicó que Ludmila no fue citada a declarar en Cámara Gesell porque "el equipo de psicólogos de la causa consideró que no era apropiado, debido a que todavía se encuentra aturdida y traumatizada por los abusos sexuales".
Bogado, en ese sentido, reveló cómo el dueño y el hijo atacaban sexualmente a Ludmila. "Nosotras estabamos alquilando una casa en Ezpeleta donde vivía una familia aparentemente bien constituida, de la cual mi hija y yo nos hicimos amigos", recordó. "Prácticamente mi hija lo consideraba como un abuelo, pero este tipo se encargaba de abusarla sexualmente junto con su hijo", subrayó. A la vez, la madre de la víctima precisó que los sujetos aprovechaban el lapso de entre las 9 y 12, cuando ella se iba a trabajar y antes que Ludmila ingresara a la escuela. "Era tan violenta la situación que las pericias arrojaron que a mi hija la violaron en diversas ocasiones", detalló.
Por otro lado, consignó que se enteró del horror a partir de una amiga de la nena. "Ahora Ludmila está mal gineco y psicológicamente, no tenemos contención de ningún profesional", lamentó la madre.
En tanto, se quejó porque "los involucrados nunca fueron citados a declarar y nunca estuvieron detenidos".
