Llevaban precintos para atar a sus víctimas, capuchas para ocultar sus rostros, herramientas para ingresar en las viviendas forzando puertas o ventanas, y hasta un Handy con la banda policial, para eludirlos. Son dos jóvenes solanenses.
Aproximadamente las 22.30 del último jueves, los móviles de la Comisaría Novena a cargo del comisario Francisco Centurión recorrían la cuadrícula 13 (jurisdicción de Barrio Parque Calchaquí y Barrio Los Cedros, cuando ven en un domicilio de la calle 382 entre 342 y 343, a una distancia de setenta metros, se encontraba detenido un VW Vento color gris con vidrios oscuros.
Al mismo tiempo observaron que dos jóvenes vestidos con buzo negro y gorro de visera, que aparecen en la vereda tras saltar las rejas de una vivienda y se introducen corriendo en el auto, comenzando a alejarse del lugar lentamente por la calle 382 hacia Savio.
Iniciaron así una persecución del vehículo, dando aviso radial a otros móviles policiales, continuando la persecución por calle Savio hacia Camino General Belgrano donde el vehículo giró raudamente por esta avenida y avanzó a toda velocidad por Belgrano.
