9 de diciembre de 2013

Un Salón parroquial de la Iglesia Nuestra Señora del Huerto de Solano, y dos viviendas fueron destruidas por un ombú

La destrucción de un salón de una parroquia de San Francisco Solano y de dos viviendas, a raíz de la caída de un ombú de 30 metros, pudo haberse evitado si la comuna quilmeña respondía los cuatro años de reclamos que hicieron los miembros de la comunidad. Así lo manifestaron quienes colaboran día a día con la Iglesia Nuestra Señora del Huerto, ubicada en la intersección de las calles 863 y 898, en diálogo con este medio. "Si bien el ombú de gran tamaño se desplomó durante la tormenta del lunes pasado, el problema venía de larga data, ya que el árbol estaba bastante inclinado", recordaron. En ese marco, calificaron al hecho como "un milagro" al no registrase ninguna víctima fatal, dado que a las 18, estaban en el comedor merendando. Además, describieron que quienes estaban en el interior "se encontraban muy asustadas; ahora, están muy tristes". "Es una verdadera pena ver los rostros de los 120 chicos que ya no van a tener su salón para estudiar catequesis. Quedó totalmente destruido todo", detallaron. Agregaron que "la caída del árbol de cerca de 50 años, también provocó graves daños en dos casas linderas". Luego se preguntaron "cómo se van a solucionar los graves problemas que provocó el árbol, esperamos que alguien nos extienda una mano, trabajamos mucho para tenerlo. El galpón de un vecino, que lo usa para trabajar, quedó irreconocible, él ahora no sabe qué hacer, quedó sin nada", añadieron. Asimismo, apuntaron que "las raíces del ombú están ocasionando inconvenientes" al tiempo que precisaron que " las mismas levantaron los pisos de la parroquia. "Las raíces son inmensas, es más, llegan a medir más de 1 metro con 30 centímetros". Denunciaron luego: "Durante cuatro años estuvimos reclamando a la comuna quilmeña para que lo vinieran a podar. El mismo intendente Francisco Gutiérrez, nos prometió en la cara que iba a mandar a alguien para que retiren el ombú", declararon. En la misma línea, señalaron que "vino un empleado de Arbolado Urbano y lo único que nos dijo es teníamos que colocarle una especie de cantero para que se mantenga mas o menos erguido. Contratamos un albañil para que lo haga, pero nos dijo que la pared iba a soportar el peso del árbol". Por otro lado, manifestaron que "también solicitamos la ayuda del Cuerpo de Bomberos de San Francisco Solano. Y aunque parezca increíble, se excusaron de podar el ombú, con el argumento de que el árbol estaba muy alto, algo que nunca logramos entender".