En la madrugada del viernes 23 y sábado 24 de Agosto pasado, ingresaron nuevamente al Centro Comunitario “20 de Diciembre”, abriendo por la fuerza un portón de rejas para ingresar al sector del pañol. Esta vez robaron maquinarias (amoladoras, taladros eléctricos, y desmalezadoras grandes) y herramientas de mano como carretillas, palas y mazas. Este hecho forma parte de un total de tres agresiones en el mismo Centro Comunitario en los últimos cuarenta y cinco días. Entre el 11 y 12 de Julio sufrimos el robo de la garrafa, elemento fundamental para la preparación de las distintas meriendas. En la madrugada del 25 de Julio Incendiaron un aula, donde funcionaba la biblioteca, además de la Escuelita Secundaria, acontecimiento en el que perdimos absolutamente todo lo que teníamos en el lugar.
Ahora nos golpean robándonos las maquinarias y herramientas que la cooperativa del movimiento utiliza para trabajar. Sufrimos esta nueva agresión a pesar de haber sido recibidos, el jueves pasado, por el Intendente de Quilmes Francisco Gutiérrez y sus subsecretarios, de Desarrollo Social Enrique Castro y de Gobierno Ricardo Benítez donde prometieron dar asistencia a la reconstrucción del espacio, además de repudiar públicamente el atentado incendiario.
Estamos siendo víctimas de un hostigamiento que intenta desmoralizarnos para que bajemos la guardia. Estamos convencidos de que hay sectores a los que les molesta nuestra construcción y nos atacan sistemáticamente, llevando implícito entre uno de sus objetivos la marca de la disputa por el espacio físico, además de la agresión política que conlleva esta seguidilla de atentados.
Continuamos leyendo esta situación dentro del marco de la disputa política que abren las elecciones, pero con el condimento del traslado de esa confrontación al seno del barrio, bajo el formato de agresiones al Centro Comunitario tendientes a afectar las actividades que en él se desarrollan. Nos preguntamos adonde se encuentra el límite de esta escalada, o si ésta no va a detenerse, ya que empezamos a sentir que se está poniendo en juego la integridad física de compañeros y compañeras que son responsables de la vida activa del movimiento y el centro comunitario. Además, porque no pensamos retroceder ni un milímetro, no les tenemos miedo ni nos amedrentan.
Seguimos sintiendo con más fuerza que nunca la necesidad de construir un mundo mejor, desde abajo, con honestidad, con valentía y con el objetivo de aportar a la formación de hombres y mujeres nuevos para generar una nueva sociedad en la que haya justicia, libertad, y no existan más explotados ni explotadores.
Ahora nos golpean robándonos las maquinarias y herramientas que la cooperativa del movimiento utiliza para trabajar. Sufrimos esta nueva agresión a pesar de haber sido recibidos, el jueves pasado, por el Intendente de Quilmes Francisco Gutiérrez y sus subsecretarios, de Desarrollo Social Enrique Castro y de Gobierno Ricardo Benítez donde prometieron dar asistencia a la reconstrucción del espacio, además de repudiar públicamente el atentado incendiario.
Estamos siendo víctimas de un hostigamiento que intenta desmoralizarnos para que bajemos la guardia. Estamos convencidos de que hay sectores a los que les molesta nuestra construcción y nos atacan sistemáticamente, llevando implícito entre uno de sus objetivos la marca de la disputa por el espacio físico, además de la agresión política que conlleva esta seguidilla de atentados.
Continuamos leyendo esta situación dentro del marco de la disputa política que abren las elecciones, pero con el condimento del traslado de esa confrontación al seno del barrio, bajo el formato de agresiones al Centro Comunitario tendientes a afectar las actividades que en él se desarrollan. Nos preguntamos adonde se encuentra el límite de esta escalada, o si ésta no va a detenerse, ya que empezamos a sentir que se está poniendo en juego la integridad física de compañeros y compañeras que son responsables de la vida activa del movimiento y el centro comunitario. Además, porque no pensamos retroceder ni un milímetro, no les tenemos miedo ni nos amedrentan.
Seguimos sintiendo con más fuerza que nunca la necesidad de construir un mundo mejor, desde abajo, con honestidad, con valentía y con el objetivo de aportar a la formación de hombres y mujeres nuevos para generar una nueva sociedad en la que haya justicia, libertad, y no existan más explotados ni explotadores.




