Vecinos manifestaron su preocupación por el estado de la calle Lafinur, el peso de los camiones y colectivos y la excesiva velocidad con la que circulan los vehículos por la zona. Asimismo, severas dificultades para cruzar la calle se suman a los reiterados accidentes de tránsito en las esquinas por lo que exigen tambien lomos de burros.
La vecina María Antonia Pizzino relató que "la mayoría de los autos circula a más de 80 kilómetros por hora". "Es una locura, esta es una zona urbana y no estamos acostumbrados a esta cantidad de autos que pasan a toda velocidad", remarcó la vecina. Además, María Antonia explicó que "los semáforos de Amoedo, 12 de Octubre y Triunvirato están desincronizados". "Deberían organizarlos para que se pueda cruzar con más facilidad, además de colocar nuevas unidades para evitar accidentes. Por ejemplo, en el cruce con la calle 1º de Mayo chocan cada dos por tres", añadió la mujer, quien aseguró tener miedo de que su hija cruce la calle sola cuando sale de su casa, entre Ayola e Irala.
Héctor Damiani relató cómo viven los vecinos esta situación extraña: "La verdad es que no estamos acostumbrados a tantos autos y tan rápido, no tienen en cuenta que esto es un barrio tranquilo y van sin control", especificó el lugareño.
Al respecto, Damiani se mostró a favor de la colocación de reductores de velocidad "que ayuden a bajar la inseguridad a la hora de cruzar la calle, porque ni se preocupan por los peatones, ni los chicos".
La vecina María Antonia Pizzino relató que "la mayoría de los autos circula a más de 80 kilómetros por hora". "Es una locura, esta es una zona urbana y no estamos acostumbrados a esta cantidad de autos que pasan a toda velocidad", remarcó la vecina. Además, María Antonia explicó que "los semáforos de Amoedo, 12 de Octubre y Triunvirato están desincronizados". "Deberían organizarlos para que se pueda cruzar con más facilidad, además de colocar nuevas unidades para evitar accidentes. Por ejemplo, en el cruce con la calle 1º de Mayo chocan cada dos por tres", añadió la mujer, quien aseguró tener miedo de que su hija cruce la calle sola cuando sale de su casa, entre Ayola e Irala.
Héctor Damiani relató cómo viven los vecinos esta situación extraña: "La verdad es que no estamos acostumbrados a tantos autos y tan rápido, no tienen en cuenta que esto es un barrio tranquilo y van sin control", especificó el lugareño.
Al respecto, Damiani se mostró a favor de la colocación de reductores de velocidad "que ayuden a bajar la inseguridad a la hora de cruzar la calle, porque ni se preocupan por los peatones, ni los chicos".