El hecho se produjo en la tarde de ayer, más precisamente cerca de las 16, cuando un grupo integrado por aproximadamente diez personas arribó desde Laprida en dos vehículos Peugeot (una camioneta modelo Partner y un automóvil 206) y al llegar a la esquina de Avenida La Plata, donde se encuentra un lavadero, los sujetos descendieron de los rodados y comenzaron a atacar el negocio.
De acuerdo a lo que pudo saberse, habrían comenzado con agresiones verbales y posteriormente habrían pasado a arrojar elementos y a romper las instalaciones, por lo que gente vinculada con el comercio decidió intervenir, provocándose una batalla campal en el lugar, donde también se efectuaron gran cantidad de disparos y estuvieron involucrados alrededor de veinte individuos.
Producto de la reyerta, un hombre fue demorado (aún no se sabe a qué bando pertenece, si al agresor o al perteneciente al lavadero), otro sufrió una herida de arma blanca, por lo que fue trasladado inmediatamente al hospital municipal Isidoro Iriarte de Quilmes para que se le efectúen las primeras curaciones. Asimismo, el dueño del lugar (con una herida en la cabeza, que aún no se pudo determinar con qué elemento fue provocada) y otro empleado -con heridas en una de sus costillas-, habrían sido trasladados al Sanatorio Urquiza.
Versión policial:
Según la información brindada por fuentes allegadas a la investigación del episodio, el enfrentamiento se habría originado por un enfrentamiento de larga data entre el hijo del propietario del lavadero y un vendedor ambulante de la peatonal Rivadavia, con quien habría mantenido una discusión y por la cual, posteriormente, el vendedor habría decidido tomar venganza, atacando el negocio de su padre.
Los disparos fueron oídos por un efectivo que se encontraba en la Escuela Agraria que se encuentra frente al lavadero, sobre Avenida La Plata, por lo que solicitó refuerzos rápidamente para controlar la situación. Con el arribo de los uniformados, la mayoría de los que intervinieron en el enfrentamiento se dieron a la fuga, logrando aprehender solo a un puñado de los involucrados.
Los investigadores descartaron momentáneamente la vinculación de este hecho con una interna en la barrabrava del Quilmes Atlético Club, con la cual los dueños del lavadero tendrían alguna especie de vínculo. (Fuente: El Sol)