25 de marzo de 2013

Dos policías quilmeños detenidos por cobrar coimas a prostíbulos

Los efectivos -uno de la Comisaría 4ta. de Solano y el otro de la división de Drogas Ilícitas de Quilmes- recibían “cuotas” semanales que iban de los 150 a los 900 pesos, según la categoría del burdel o la cantidad de clientes.
Tras una extensa investigación judicial, fueron detenidos dos policías de Quilmes acusados de cobrar coimas a varios proxenetas del distrito, a quienes les ofrecían protección policial para que puedan funcionar los prostíbulos sin inconvenientes. Asimismo, otros dos efectivos están siendo investigados por este delito, por lo que no se descartan nuevas detenciones en las próximas horas.

Ambos funcionarios aprehendidos, uno perteneciente a la Comisaría 4ta. de Solano y el otro a la división de Drogas Ilícitas de Quilmes, cobraban "cuotas" semanales que iban de los 150 a los 900 pesos, cifra que variaba de acuerdo a la categoría de cada burdel o según la cantidad de clientes que tenían.

La extensa investigación -encabezada por Ernesto Ichazo, titular de la fiscalía 1era. de Berazategui especializada en asuntos de Trata de Personas- comenzó en el mes de julio del año pasado, gracias al testimonio de un grupo de trabajadoras sexuales que fueron liberadas durante sendos allanamientos.

En diálogo con este medio, Ichazo explicó: "Luego de un operativo, un grupo de mujeres que eran explotadas sexualmente nos informó que había policías que pasaban a cobrar dinero para garantizar el funcionamiento del prostíbulo, y que alertaban con tiempo en caso de posibles allanamientos".

Asimismo, el fiscal detalló que a partir de esos datos, "comenzamos a realizar entrecruzamientos de llamadas entre policías y proxenetas", lo que permitió recopilar numerosas pruebas que comprometen gravemente a los recientes detenidos.

Corruptos en la mira:

Ambos uniformados utilizaban seudónimos cuando pasaban a cobrarle a los dueños de los prostíbulos. En ese sentido, el efectivo que cumplía funciones en la división Drogas Ilícitas -con alcance en Quilmes, Berazategui y Florencio Varela- se hacía llamar "Caly", mientras que el policía de la Seccional Cuarta de Solano era apodado "Chicho".

Los dos fueron capturados por personal de la Auditoria General de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad bonaerense, quienes dispusieron su exoneración de la fuerza a raíz de su vinculación con estos actos ilícitos.

Al respecto, Ichazo manifestó: "El año pasado habían sido detenidos cuatro policías que luego fueron excarcelados. Esta vez, me encargué de recolectar pruebas suficientes para que la Justicia no tenga motivos legales para liberarlos durante el transcurso de la causa", enfatizó y -luego- detalló que "se le probaron cinco hechos a cada uno".

Ahora, los acusados afrontan cargos por "Exacciones Ilegales y Encubrimiento Agravado". No se descarta que en las próximas horas se lleven a cabo nuevas detenciones, ya que otros dos policías corruptos de Quilmes están siendo investigados por el cobro de coimas a proxenetas, a cambio de protección y aviso previo de los allanamientos.