En la Casa de Arte Doña Rosa, Un sueño que no termina
Excelente presentación de “Apple Bunker” en la Casa de Arte Doña Rosa. Puntual, prolija y bien armada, recorrió todo el repertorio de los mejores temas de los Beatles, demostrando calidad y precisión. Una aparición inesperada hizo reír al público, que coreó una a una todas las canciones. Hubo aplausos y el corito de Woodstock pidiendo más, lo que demuestra cabalmente que el sueño está más vivo que nunca.
“Hubo una vez…” comenzaría esta historia, “cuatro muchachos que cambiaron al mundo”. Con sus flequillos, su música y sus sonrisas, los Beatles modificaron todo lo que conocíamos hasta entonces. Su música recorrió las radios, los escenarios, las bateas de los discos. Fue el primer fenómeno universal, en una globalización que por aquel entonces, principios de los años sesenta, recién mostraba su rostro incipiente. Los mayores se asombraban: los muchachos querían dejarse un “revolucionario” e inaceptable flequillo, las chicas tironeaban sus cabellos, se desmayaban en público, gritaban hasta perder la razón.
Luego, los entonces jóvenes dejaron los trajes, se pusieron túnicas, se negaban a ir a la guerra, hacían marchas en favor de la paz, colocaban flores en los cañones de las armas de los policías, se iban a vivir a comunidades, se dejaron el pelo hasta la cintura, se bañaban desnudos en el barro, se pintaban el rostro de colores. Todo eso pasó en una década, hasta que un día, el sueño, como los mismos Beatles dijeron, “terminó”.
Pero no terminó en vano. Los amantes de una música que hoy ya es leyenda, continúan tocando aquellos temas que la mayoría conoce. Podrán no saberse muchas cosas, pero es casi física y matemáticamente imposible que alguien no conozca los tres o cuatro acordes con que empieza “Boleto para pasear”. O que, sin saber una jota de inglés, pueda corear “Socorro”, o conocer quién es el famoso Sargento Pimienta. O disfrute y suspire pensando cómo le gustaría escaparse un ratito subido al Submarino Amarillo, y huir de todo este mundo loco, que cambió, pero en muchas cosas no terminó de cambiar como aquellos “hippies melenudos” lo hubieran querido.
Y este espíritu es el que transmite “Apple Bunker”, que tocó el pasado viernes en la Casa de Arte Doña Rosa. Puntualmente a las 21, dieron a su público una versión exacta de aquellos temas que tanto disfruta el público en una presentación que por momentos, incluso, llegó a parecerse tanto al original, que no se percibían diferencias. No faltó ni un solo coro, ni se escapó ningún “yeah”. Punto por punto, los temas originales estaban allí.
“Apple Bunker”, la banda de Juan Carlos “Lito” Costas, hizo lo suyo y lo hizo muy bien. Desde “Tú vas a perder a esa chica” hasta “Desearía tomar tu mano“, pasando por “El dinero no puede comprar mi amor” a famoso “Anochecer de un día agitado” la banda sonó redonda, compacta. Demostró ensayo y fue contundente. Y fundamentalmente, transmitió ese espíritu de camaradería propio de los sesenta, y que lo trajo, gracias a la música, a un público más que satisfecho.
¿El punto más alto? No hace falta decirlo: “Twist y gritos”, coreado, seguido con palmas y aplaudido con fervor. Y los cronistas de “Alquimia del Planeta” no podemos asegurar, a menos que los asientos traigan trabas, que la vez que viene no se escapen a la pista los presentes y renazca el rocanrol, como en aquellos años sesenta. Llegado el caso, habrá fotos para acreditar el regreso de un baile que jamás dejó de cosechar adeptos.
Dos guitarras eléctricas, una para Osvaldo Chirino y Hugo Hohberg, quienes también aportan la voces, un bajo para “Lito” Costas y una batería precisa como un metrónomo y la voz de Rubén Calabrese, dieron lo mejor de sí, y continuarán tocando en la serie de presentaciones del grupo artístico que conforman junto a pintores, fotógrafos (allí estaba Charlie Lorenz con su cámara, haciendo su trabajo) y demás artistas en lo que se conoce como “Beatles and Art”, el colectivo artístico de música, cuadros y teatro que se presenta los viernes y sábados en el Bar “35 mm” de Jorge Newbery 3519, en la Capital. Tocarán, hacemos bien en avisarlo a los seguidores de la banda de los flequillos, este sábado 19 y el viernes 25 de mayo en el mencionado café porteño, junto a los artistas plásticos y fotógrafos que forman parte de “Beatles and Art”.
Y aunque la Reina de Inglaterra intente impedirlo, seguramente se producirá la aparición inesperada del famoso “Quinto Beatle” que, para alegría de su público, volvió. Ahora que la verdad salió a la luz, el entrañable mozo de bar que conocimos días pasados en la obra del mismo nombre quiso cobrar sus derechos de autor. Vestido como el Sargento Pimienta, irrumpió en el escenario adjudicándose la autoría de todos los temas que “Apple Bunker” tocaba con fervor. Hizo reír, cosechó aplausos, y ya lo están proponiendo para giras al interior del país. Aunque, debido a su incierta situación con Scotland Yard, no se puede establecer si podrá hacer valer sus derechos o se verá obligado a huir. “Alquimia del Planeta”, desde estas humildes líneas, defenderá al buen hombre y sus tremendas verdades, con este lema: “todo se sabe en esta vida”. De gira o fugitivo, el mozo Leonardo Martínez Carmona cobrará lo suyo. Y será justicia.
Y buscando Justicia, Paz y Amor los jóvenes quisieron cambiar el mundo, por allá por “los sesenta”, haciendo música y dejándose el flequillo Y ese sueño fue el sueño de los años que hoy son dorados en el recuerdo de los más grandes.
Y sin embargo, aunque a veces todo parezca perdido, el sueño no terminó. Claro que hay que tener las mismas ganas de soñar y cambiar las cosas y sentir y disfrutar como en aquellos días. Entonces sí, gracias a "Apple Bunker”, el Submarino Amarillo estará en la puerta esperándonos. Sin pedirnos pasaporte, ni visa, ni documentos ni dinero, podremos viajar en él con el mismo sentimiento, seguir sintiendo las mismas ganas, el mismo amor, y el sueño estará más vivo que nunca.
Disculpen, tocan el timbre. El Submarino Amarillo está en la puerta.
Seguramente pronto los pasaremos a buscar.
“Apple Bunker” está sonando.
Por Adriana Sylvia Narvaja
Para “Alquimia del Planeta (Voces para el Cambio)”