Funcionarios municipales brindaron explicaciones sobre la clausura al boliche Ink, Ex Cinema, que trajo tanta polémica
El subsecretario de Comercio del Municipio de Quilmes, Juan Pablo De Maio, precisó que a los responsables se los “notificó con anterioridad, a través de un decreto del intendente Francisco Gutiérrez, de una negativa de habilitación municipal. Como no dieron respuesta ni colaboraron con la medida que se había tomado, tuvimos que proceder a la clausura del establecimiento.”
El subsecretario de Comercio del Municipio de Quilmes, Juan Pablo De Maio, precisó que a los responsables se los “notificó con anterioridad, a través de un decreto del intendente Francisco Gutiérrez, de una negativa de habilitación municipal. Como no dieron respuesta ni colaboraron con la medida que se había tomado, tuvimos que proceder a la clausura del establecimiento.”
El subsecretario de Comercio del Municipio de Quilmes, Juan Pablo De Maio -acompañado por el Director de Inspección de Comercio, Leandro Blanco- brindó información detallada sobre la clausura de un local bailable en Quilmes Centro. “El motivo principal fue que no tienen el decreto de la habilitación municipal, no cuentan con el trámite administrativo terminado”, aseguró el funcionario municipal y precisó que “nos enteramos del emprendimiento por medio de publicidades; es decir, no sabemos hoy si es Ink o Cinema, no estamos al tanto de nada porque nadie se acercó a dar alguna información del emprendimiento. En base a toda la publicidad que lanzaron desde el lugar, nos dimos cuenta de que se estaba por abrir un boliche que tiene sucursal en Buenos Aires. De esta manera, actuamos en consecuencia. Se los notificó con anterioridad, a través de un decreto del intendente Francisco Gutiérrez, de una negativa de habilitación municipal. Como no dieron respuesta ni colaboraron con la medida que se había tomado, tuvimos que proceder a la clausura del establecimiento.” De esta manera, el local permanecerá cerrado hasta que haya una sentencia por parte del juzgado de faltas.
No era una fiesta privada
Asimismo, De Maio realizó una aclaración con respecto a “los dichos de que no era una inauguración sino una fiesta privada. La realidad es que nosotros constatamos ese detalle. Hablamos con la gente que estaba en la fila y no estaban invitados, o sea que la apertura era libre, se estaba cobrando y las barras estaban facturando. Se tomaron todos los recaudos necesarios para asegurarnos de que efectivamente era una fiesta que se iba a cobrar. Inauguración o no, pero la fiesta se iba a cobrar.”
Finalmente, el subsecretario aseguró que el procedimiento de clausura se hizo con “absoluta tranquilidad, la gente no generó ningún tipo de conflicto. Nosotros trabajamos siempre con la policía por distintos episodios, pero no hizo falta que intervenga.”
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