7 de marzo de 2011

QUILMES SUFRIÓ SU CUARTA DERROTA CONSECUTIVA Y MADELÓN PRESENTÓ SU RENUNCIA

Con un hombre menos, Tigre se impuso por 2 a 1 en el estadio Centenario y dejó sin técnico al cervecero

QUILMES ACUMULÓ SU CUARTA DERROTA CONSECUTIVA (TODAVÍA NO SUMÓ EN LO QUE VA DEL CERTAMEN), SU COEFICIENTE ES DE 0,826 Y ESTÁ ÚLTIMO EN LA TABLA DE PROMEDIOS. ADEMÁS, EL TÉCNICO LEONARDO MADELÓN PRESENTÓ SU RENUNCIA INDECLINABLE EN LA ZONA DE VESTUARIOS.
El conjunto cervecero tuvo todo a favor desde el arranque para quedarse con el triunfo. De arranque, nomás, a los 5m., el mendocino Gómez cometió una imprudencia y agredió a Ariel Broggi, incidencia que fue advertida por el línea Gustavo Rossi que le avisó al juez principal, Saúl Laverni, quien dictaminó la inmediata expulsión para el ex atacante de Independiente.

A partir de los inteligentes desplazamientos de Miguel Caneo, la figura en los 45 minutos iniciales, el elenco local asumió la iniciativa.
Y fue precisamente el ex Boca Juniors y Godoy Cruz, quien metió un disparo ajustado, junto al poste derecho de Islas, para decretar la apertura del marcador, a los 22m. del primer período.
En ese primer tiempo, el elenco local insinuó la posibilidad de marcar otra vez, pero chocó contra la solvencia de Islas.
A partir de la desventaja, Tigre se adelantó unos metros en el campo de juego, ajustó las marcas y neutralizó los arrestos quilmeños. Y cuando maniató al rival, pensó en cómo lastimar en el arco de enfrente.
Con Denis Stracqualursi como bandera, el equipo de Arruabarrena fue inteligente: pegó en la primera que tuvo en la segunda parte y, después, jugó con la desesperación de un rival.
A los 7m., el uruguayo Andrés Rodales desbordó por derecha y el atacante, ex Gimnasia La Plata, hizo gala de su oportunismo, cuando tocó ante la salida de Hernán Galíndez, para decretar el empate provisorio.
Y en una jugada de pelota parada, a los 27m., el marplatense ex Deportivo Maipú Mariano Echeverría metió la cabeza en una maniobra de pelota parada y desató la algarabía en la tribuna visitante.
Quilmes no tuvo resto, aun con un hombre de más, para inquietar a Islas, a excepción de una jugada a los 32m., en la que el uruguayo Martín Cauteruccio no pudo definir bien.
De allí hasta el final, la platea local estalló y mostró su impaciencia, insultó a jugadores y técnico, mientras que la parcialidad visitante celebró alborazada la obtención de un éxito en territorio quilmeño, después de 9 derrotas consecutivas (la anterior victoria databa de 1986, en la Primera B Metropolitana).