23 de septiembre de 2010

FIESTAS PRIVADAS CON MENORES CONSUMIENDO Y COMERCIALIZANDO ALCOHOL

Pedido de informes en el HCD por un boliche “Intriga” de la rivera quilmeña 
 
EL CONCEJAL MARIO SAHAGUN (ARI-CC) ACABA DE INGRESAR A TRATAMIENTO LEGISLATIVO UN PROYECTO QUE EXIGE AL EJECUTIVO INFORMAR LOS CONTROLES QUE SE LLEVAN ADELANTE EN EL BOLICHE NOCTURNO “INTRIGA,” UBICADO EN LA RIBERA QUILMEÑA. ALLÍ, SEGÚN DENUNCIÓ SAHAGUN “NO SOLO VENDEN ALCOHOL A ADOLESCENTES, SINO QUE LOS USAN PARA COMERCIALIZARLO.”
 
Según indicó el edil en su proyecto: “En la Ribera local, existe un bar llamado “Intriga”, ubicado en Cervantes al 925, dentro de cuyas instalaciones, los días viernes se llevan adelante fiestas privadas con pleno acceso a menores. Allí un sistema que entrega a los jóvenes de las escuelas medias de la zona, la explotación de las barras de venta de alcohol dentro de ese lugar, como forma de permitirles “juntar fondos” para sus viajes de egresados.”
“Esto es una violación clara de las normas vigentes, por cuanto utiliza menores de edad para comercializar productos cuya venta está prohibida para ellos.”

Sistema perverso:
Sahagun relató además que: “Viernes por medio, los adolescentes de las escuelas locales son captados para éste negocio. El viernes 10 de septiembre, por caso, fue el turno de las escuelas Inmaculada Concepción, La Providencia, el Normal de Quilmes, el Eugenio Pacelli y el San José.”
“El sistema se arma en base a la entrega de determinada cantidad de entradas para vender a cada colegio, a las que los adolescentes deben vender a 15 pesos anticipadas. En la puerta del local, se comercializan a 20, siendo todo lo recaudado en ésta materia para los inescrupulosos responsables de ese comercio.”

Venden lo que la ley impide que se les venda a ellos:
Según relató el concejal: “Dentro del lugar, los adolescentes comercializan las barras, pudiendo constatarse que venden cerveza, champagne, vino, bebidas energizantes y vodka. El lunes previo al día de la Primavera, el lugar se pobló con no menos de mil adolescentes, cuyas edades oscilaban entre los 14 y 21 años.”
Las fotografías que se acompañan exhiben claramente a adolescentes casi niños, consumiendo bebidas alcohólicas, pero además, vendiéndolas en las barras que se identifican por colegio.
“Es aberrante. Los inducen a consumir y además, a hacer negocios con la venta. Me pregunto una vez más, donde estás las autoridades municipales del área de Inspección”, señaló.

Proyecto:
La Resolución indica: “Informe el Departamento Ejecutivo bajo que rubro se encuentra habilitado el comercio ubicado en Cervantes 925, que gira bajo el nombre de fantasía “Intriga.” Informe el Departamento Ejecutivo, cantidad de inspecciones realizadas dentro de ese local durante el último año, remitiendo la totalidad de las actas elaboradas, sin obviar los antecedentes de las que pudieran haber merecido giro a la Justicia de Faltas local.”