
Había un cliente en ese momento, que también fue llevado con los dos empleados, el propietario y la contadora, adentro de la oficina, donde fueron encerrados. Uno de ellos se tomó el tiempo para revisar todo el negocio, e intentar abrir la caja; como no pudo, sacó a una de las empleadas de la oficina, para que les facilitara la llave de la caja registradora y luego, les abriera la puerta.
Sin ejercer más violencia que la verbal, se retiraron, llevándose celulares, un nextel y el dinero de la caja. Llamaron al 911, y la policía arribó unos 15 minutos después, sin que lograran ubicar a los malvivientes.
El propietario del comercio de comidas para fiestas, Juan Manuel Marqués Pinto, lamentó: “ésta es la primera vez que entran a robar a mi comercio; sin embargo, en esta zona han ocurrido recientemente una seguidilla de atracos.”