7 de diciembre de 2016

Violador serial abusó de cuatro colegialas en Solano

El abusador fue identificado como Orlando Flores, un empleado de fábrica que antes de entrar a trabajar, siempre en el mismo radio y a la misma hora, secuestraba a menores de edad que concurrían solas a la escuela. Flores se encuentra detenido con prisión preventiva, en el marco de una investigación que encabezó con éxito la doctora Valeria Meyer, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N° 8 de Quilmes. El violador pudo ser detenido gracias a que una de sus víctimas logró ver la patente del auto en el que fue raptada. Según publicó el Medio nacion "Diario Popular" (Fuente), Flores utilizaba el vehículo de su esposa para atacar a las colegialas. Fuentes policiales confirmaron que el hombre perpetraba sus agresiones entre las 7 y 7.30 de la mañana, horario de ingreso a la mayoría de los colegios de Solano. El primero de los casos comprobados ocurrió el día 25 de septiembre de 2015 y fue denunciado por una mujer, que narró cómo su hija de 13 años fue abusada cuando salía rumbo a clase de educación física, en la calle 876 y avenida San Martín, donde el chacal la obligó a subirse a un auto, le tapó la cara y la llevó a una casa para violarla. Su segundo ataque sexual, y el primero de una seguidilla, fue el pasado 11 de marzo, cuando sorprendió a una muchacha de 17 años en la calle 821 y Camino General Belgrano. Con la misma modalidad, Flores le tapó la boca y esta vez la ató con precintos negros, la subió a un auto gris y la llevó a una propiedad donde la ultrajó, para luego liberarla a siete cuadras de allí. A los diez días, interceptó a una joven de 16 años en la calle 880 y 832, intentó abusarla en el auto pero la chica se resistió, lo golpeó y pudo escaparse. Cuando huía, logró memorizar la chapa patente del vehículo. Esa misma semana y en la misma zona, abordó a una estudiante de 13 años y la amenazó con un cuchillo, para asegurarse esta vez que su presa no escape. Del mismo modo, la subió al auto, le tapó la cara y la llevó a un descampado para violarla. Las víctimas de Flores tenían un denominador común: las cuatro eran vírgenes y fueron desfloradas durante los abusos sexuales. Por el trauma que padecen, se encuentran con tratamiento psicológico. Previo a las pruebas de ADN, se llevó a cabo una rueda de reconocimiento. Una de las chicas le reconoció el rostro, otra identificó la voz y una tercera abandonó el lugar sin aportar datos a la Justicia por temor. Por estas horas, la UFI N° 8 de Quilmes investiga una gran cantidad de casos similares registrados en su base de datos, que concuerdan con el patrón de ataque sexual de Orlando Flores: colegialas violadas en Solano (y también en Quilmes) entre las 7 y las 7.30 de la mañana.