Por Nicolás Retamar | 8 octubre, 2025 https://agencia.unq.edu.ar/?p=31774
El rector de la UNQ hace un repaso por sus cuatro años de gestión, marcada por el cambio de gobierno nacional en 2023 y los ataques a la educación superior, así como también por la voluntad y la creatividad de una comunidad que no para de crecer.
En dos meses Alfredo Alfonso culmina su mandato al frente de la Universidad Nacional de Quilmes. En diálogo con la Agencia de Noticias Científicas de la UNQ, el rector repasa el trayecto que inició a fin de 2021 y culminará el 10 de diciembre próximo. Probablemente, el mayor desafío que tuvo fue la llegada del gobierno libertario en 2023, que modificó los planes de crecimiento que tenía la institución. Sin embargo, a base de esfuerzo y creatividad, Alfonso rescata: “Pese a todos los problemas y todos los embates de estos 22 meses de la gestión de Milei, estamos bien, seguimos de pie y resistiendo, siempre diciendo lo que pensamos”. En esta conversación, Alfonso hilvana un recorrido por el rol de la comunicación, la llegada de la UNQ a China, el vínculo con la provincia de Buenos Aires, el papel en el Consejo Interuniversitario Nacional y las tareas pendientes para la próxima etapa.
-¿Qué evaluación hace de su gestión al frente de la Universidad?
–Fue una gestión partida al medio. La primera parte estuvo marcada por el acompañamiento que nos dio el gobierno nacional en materia de educación, ciencia y tecnología, que nos permitió pensar que el conocimiento es fundamental para el país. La segunda parte comenzó el 10 de diciembre de 2023 y fue terrible porque estuvo signada por el acoso, la destrucción y el intento de aniquilación de las ideas.
-¿Qué recuerda de esa primera etapa?
-En los primeros dos años, el impulso que tuvimos permitió que florezcan diferentes ideas. En ese contexto, la principal fue la creación de la Agencia de Noticias Científicas, de la cual me siento muy orgulloso porque fue hecha con recursos mínimos, recuperando personal que estaba en distintos lugares y sin gastar un peso. La experiencia es extraordinaria y los números lo dicen claramente: la cantidad de notas originales, la cantidad de gente que se suma día a día a colaborar, la cantidad de países en los cuales las notas se replican, y el orgullo que significa para toda la comunidad la presencia de la Agencia. Además, la creación de la Subsecretaría de Comunicación permitió la articulación de UNQ Radio, UNQ TV, la Agencia y prensa institucional, que dio muy buenos resultados en todos estos años.
-También se advirtieron avances importantes en otras áreas. Pienso en la Planta de Servicios Biotecnológicos, por ejemplo.
-Sí, la Plataforma de Servicios Biotecnológicos y la Secretaría de Transferencia hicieron un trabajo enorme y desarrollaron estrategias muy importantes para nosotros. También se consolidó el área de posgrado, que en la actualidad cuenta con una amplia cantidad de carreras y de cohortes. A su vez, impulsamos la bimodalidad con distintas estrategias y fuimos recontra protagonistas de los siete puntos que impulsó el ministerio de Educación nacional y desarrolló el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN). De los cuatro años de gestión, en tres formamos parte del Comité Ejecutivo del CIN y ocupamos lugares claves como Asuntos Académicos y Acreditación.
-¿Y eso qué implicó?
–Nuestra Universidad demostró que está a la altura y sumó propuestas orientadas al Programa para la Investigación Universitaria Argentina (PRINUAR), donde participó de forma activa la Secretaría de Investigación. Al mismo tiempo, en otro orden de cosas, por primera vez, nuestro director del Departamento de Ciencias Sociales, Daniel González, se convirtió en presidente del Consejo de Decanos de Ciencias Sociales y fue un hito para la UNQ. Asimismo, Mariana Suárez, directora del Departamento de Ciencia y Tecnología, también ocupó por primera vez para nuestra universidad la vicepresidencia del Consejo Federal de Decanos de Ingeniería (CONFEDI). Al mismo tiempo, pienso en todo lo logrado en extensión.
-¿Por ejemplo?
-Desde un comienzo, pensamos una Universidad que en esta etapa de madurez pudiera dar saltos y marcar el territorio con pertinencia, desarrollando conocimiento de aplicación directa, pero también manteniendo la lógica de la inclusión. Por eso, multiplicamos la cantidad de diplomas de Extensión, que es un ingreso muy importante y muy valioso para muchísimas personas que sienten que tuvieron la posibilidad de ir a la universidad, lo cual se refleja en la emoción cuando reciben los diplomas. En lo que respecta a la Escuela Secundaria de Educación Técnica (ESET), ya cumplimos más de diez años y seguimos avanzando. Ya no solo tenemos egresos, sino que entregamos más de 210 títulos.
-A lo largo de estos cuatro años se reconocieron a diferentes personalidades destacadas del mundo de la ciencia, la cultura y la política.
-Así es, durante nuestra gestión entregamos cinco Doctorados Honoris Causa a distintas figuras. El primero fue para el referente latinoamericano Pepe Mujica. Luego le entregamos la distinción a Dora Barrancos, máxima referente nacional de género. A su vez, reconocimos las trayectorias de Silvio Tosatto, un bioinformático italiano muy destacado en Europa, y Roberto Jacoby, el primer Doctorado Honoris Causa de Artes, con más de 60 años de trabajo. A fin de octubre, Alberto Kornblihtt recibirá su distinción como figura fundamental de la ciencia argentina.
-Además del reconocimiento a Barrancos, la gestión se destacó por una fuerte impronta en género…
-Si bien ya había una iniciativa contra la violencia de género, creamos el Programa Institucional de Género y Diversidad. Realmente fue muy importante en esta gestión porque el proyecto no solo trabajó en la aplicación de la Ley Micaela, sino que también implementó políticas de ampliación de derechos hacia las diversidades, el cupo laboral travesti-trans y las becas Trans-formación.
Lo provincial, lo nacional, lo internacional
-Antes refería al acompañamiento del gobierno nacional durante los primeros años de su gestión. ¿En qué sentido?
–La articulación con el ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación en ese momento nos permitió vincularnos con otras universidades y ser una referencia nacional e internacional. En el plano local nos relacionamos con la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (Agencia I+D+i), donde la vicerrectora Alejandra Zinni era miembro del directorio, y nos permitió consolidar un trabajo de visibilización que venía de muchos años.
-El vínculo con la provincia de Buenos Aires y con el municipio también fue positiva.
-Tuvimos un fuerte desarrollo y recuperamos la Supersopa, que hoy es una referencia nuevamente. En este aspecto, contamos con el acompañamiento fundamental de la Provincia de Buenos Aires y estuvimos a la altura cuando más se necesitó. Mientras tanto, seguimos desarrollando Quilmes TEC gracias al apoyo y la articulación con el municipio. Durante la primera etapa de la gestión fue muy importante porque desarrollamos muchas estrategias para resolver demandas laborales insatisfechas, articulamos con empresarios pymes de la región e impulsamos los polos tecnológicos de Quilmes y Berazategui.
-En relación a PBA, vale destacar el Programa Puentes y el rol preponderante de la Universidad…
–La Universidad se comprometió desde el primer momento con la iniciativa. De hecho, la primera reunión con intendentes y rectores fue en la UNQ. Más allá de que Carlos Bianco, Alejandro Villar y Juan Brardinelli son de la casa, fue una apuesta fuerte porque muchas universidades pensaban que esto no iba a funcionar porque las experiencias anteriores no habían sido buenas. No obstante, Puentes es diferente porque se anticipan los recursos y la experiencia para nuestros docentes es extraordinaria. Ir a otros territorios con otros estudiantes y otras dinámicas te hace crecer muchísimo como profesional y te interpela desde otro lugar.
-¿Y a nivel internacional?
-Bueno, otra de las marcas de nuestra gestión fue la internacionalización de la UNQ y su apertura hacia Oriente. El futuro del mundo va hacia ese territorio que todavía hoy es bastante inexplorado, y China es su referencia. Desde la Universidad intentamos acercarnos de diferentes formas y logramos que 30 estudiantes del departamento de Economía y Administración obtengan una beca de formación en Finanzas y Derecho en la Universidad de Economía y Leyes de Zhongnan, República de China. También tenemos a Karen Gómez, la primera graduada de la UNQ en doctorarse en China, que tiene la camiseta puesta y contó con nuestro apoyo.
Coraje frente a la adversidad
El 10 de diciembre de 2023 se inició un nuevo ciclo neoliberal en Argentina, donde la ciencia, la tecnología y la educación superior no solo sufrieron recortes presupuestarios, sino que además fueron atacadas por el oficialismo nacional y sus seguidores. En este contexto, la Universidad Nacional de Quilmes atravesó dos momentos calientes en 2024. Por un lado, la decisión de no incorporar nuevos estudiantes para las carreras de Informática por falta de recursos, una acción que finalmente logró el objetivo porque, gracias al reclamo, el gobierno debió atender el pedido de la Universidad y nadie perdió la oportunidad de estudiar. Por otro lado, la agresión a la asamblea universitaria por parte de personas vinculadas a La Libertad Avanza, quienes arrojaron gas pimienta y fingieron ser agredidos.
-¿Cómo enfrentó la segunda parte de la gestión, marcada por el desfinanciamiento y los embates simbólicos?
–En este contexto tan difícil se hizo de todo, continuamos forjando nuestras identidades gracias al compromiso de la comunidad. Por ejemplo, un grupo de docentes y estudiantes armaron el streaming de la UNQ y no cobran nada por hacerlo. Todos los días ponen el cuerpo y hay estudiantes que tuvieron que abandonar la cursada por cuestiones laborales, pero siguen viniendo a la noche para hacer el streaming. El premio Lo que vendrá para jóvenes estudiantes de nuestra Universidad es otra muestra a pulmón de lo que hacen los docentes y directores de carreras. Por otra parte, aunque con menos publicaciones impresas y con más digitales, nuestra editorial sigue presente y continuamos publicando libros. De hecho, cumplimos 20 años ininterrumpidos con un stand en la feria del libro de Buenos Aires y multiplicamos la participación en diferentes Ferias del libro de la región. A su vez, vemos lo que hace semana a semana con dos pesos el Programa de Cultura. La verdad que emociona ver el trabajo que realizan.
-En 2024 se suspendió la inscripción de nuevos ingresantes a las carreras informáticas. Sin embargo, finalmente, nadie se quedó sin cursar. Una apuesta que al final salió bien.
–Tomamos una medida muy dura el año pasado porque no teníamos los recursos por parte del Estado Nacional. Fue una decisión política fuerte de esta gestión y nos jugamos a todo o nada. Luego de idas y venidas, la Subsecretaría de Políticas Universitarias nos dio los recursos suficientes para mejorar y brindar la formación en esos campos disciplinarios con la dignidad a la que siempre estamos acostumbrados en la Universidad Nacional de Quilmes.
-Como si fuera poco, en un año muy convulsionado, personas vinculadas a La Libertad Avanza interrumpieron una asamblea compuesta por estudiantes y trabajadores, que definía la toma de la Universidad, y arrojaron gas pimienta. ¿Qué recuerda de aquel episodio?
-Un grupo de libertarios vino y agredió a nuestros estudiantes. Fue la máxima agresión en la historia de nuestra universidad la que sufrimos en aquella asamblea para resistir los embates del gobierno y defender la universidad pública. En los medios nacionales dijeron que agredimos de manera violenta a esas personas, pero rápidamente desmontamos esa operación de prensa y a la mañana siguiente Clarín tuvo que levantar la tapa de su página web, que era falsa. Además, denunciamos la pertenencia de los agresores a una concejala local cuyo apellido ya nadie recuerda. Meses después, un periodista de ese grupo me pidió disculpas por lo que publicó Clarín en ese momento, pero fue a título personal, no del medio.
-Si al fin y al cabo es un trabajo, ¿dónde está el secreto de la innovación, la creatividad y el esfuerzo aún en este contexto?
-Es que no aceptamos que las personas que no comprenden el significado de la universidad pública argentina quieran destruir todo ese capital, toda esa capacidad creativa, de acción y de amor que tenemos por esta institución que es de todos y de todas. La UNQ es un pilar fundamental para la estructuración y el funcionamiento del conurbano y su sociedad. Para Quilmes y para la región somos una referencia muy importante, no nos van a doblegar.
Lo que faltó y lo que provoca orgullo
Alfonso conoce a la Universidad como a la palma de su mano. Luego de pasar por otros cargos en gestión, se probó el traje de secretario general, después el de vicerrector y finalmente el de rector. Recuerda cada política llevada adelante con precisión y la cuenta al detalle, porque en cada acción puso el intelecto y también puso el cuerpo. Como en todos, el paso del tiempo deja huella y nadie escapa al balance. El debe y el haber.
–¿Qué quedó pendiente?
–El cambio de gobierno perjudicó el proyecto que teníamos vinculado al Programa Construir Ciencia. Esto nos iba a permitir iniciar las cuatro torres que están prediseñadas hace años en nuestro plan estratégico de obras. La idea es que los jóvenes puedan desarrollar sus ideas en una especie de experiencias-piloto de microempresas asociadas a desarrollos de biotecnología. La Universidad tiene muy buena cantidad de recursos humanos y somos pioneros en la materia. Quilmes TEC también se vio perjudicada, porque es proyecto excelente para la región y le brinda formación a muchísimos chicos que aprenden un oficio y cambian su vida a partir de eso.
-Ya sobre el final de su mandato, ¿qué rescata de estos cuatro años?
-Las gestiones que se vienen dando desde 2004 en adelante tienen su propia impronta y continúan con los logros de la gestión previa. Es decir, nadie altera lo que se está desarrollando o se acordó llevar adelante. Cuando uno llega hay cosas para administrar que están buenas y son preexistentes. Sin embargo, también pude dejar mi marca y es una satisfacción enorme. Que cada profesional nuestro ocupe lugares muy importantes en muchas empresas y en muchos sectores de Estado es extraordinario. Los equipos de trabajo que integran las áreas de gestión que tiene la UNQ son un lujo y nuestros trabajadores tienen muchísimo compromiso con la Universidad. Eso me da una alegría que funciona como motor todos los días.