El Cervecero lo ganó sobre la hora con goles de Jano Coronel y Gabriel Vázquez, los surgidos de Alsina y Lora: respira con la permanencia y no le permitió quedar como escolta al Trueno.
Hay veces que las soluciones están adentro de casa y es cuestión de tiempo para verlo. Y así lo demostró Quilmes este viernes ante un candidato de la Primera Nacional que llegaba en alza como San Miguel.
En medio del mal momento deportivo e institucional (fue el último día de la CD conducida por Magadán en el club), al Cervecero lo salvaron sus pibes. Los mismos pibes en los que confió la dupla interina Frediani - Vendakis y dieron resultado en un partido fundamental para calmar las aguas y darle aire a un equipo que se alejó de la zona del descenso.
En cuanto al trámite, tal vez el Decano se lleve mucho premio: pese a jugar con dos hombres de más durante un tiempo entero -Sosa echó a Rentería en el cierre del PT y a Corda en el inicio del ST-, al dueño de casa le costó gravitar. Eso fue así hasta que entraron los chicos y le dieron frescura en ataque. Sobre el cierre, el Trueno Verde se desordenó, pifió Kippes y Jano Coronel, de 21 años, la mandó a guardar. Apenas unos minutos después, cuando se moría el partido, Gabriel Vázquez, el joven de 17, puso el 2-0 e hizo delirar a todo el Centenario, que cantó por los pibes y se desahogó.