6 de mayo de 2017

Quilmes lo perdió en el último minuto y se complicó nuevamente en los promedios

El Hilario Sánchez vibró en el último segundo para repartir los tres puntos que había en juego entre San Martín de San Juan y Quilmes. De manera agónica, el local se apropió del triunfo por 1-0 gracias a la irrupción de Joaquín Molina. El partido había sido dominado de principio a fin por los comandados por Néstor Gorosito. César Rigamonti había ahogado los gritos de Maximiliano Lugo y Ezequiel Montagna en la primera etapa. El arquero del Cervecero era la figura de duelo. En el complemento, la tendencia continuaba pero esta vez era la fortuna la que salvaba a Quilmes. La sacó en la línea Cristian Trombetta al minuto y luego pasó por al lado del palo un cabezazo de Marcos Gelabert. La visita se salvaba y respondía como podía. Con un remate rasante de Matías Orihuela, una media vuelta de Ignacio Bailone y un cabezazo de Rodrigo Contreras. No surtía efecto esa leve rebeldía. El duelo se encaminaba a un 0-0 cerrado, pero Molina apareció por atrás de todos en la jugada del final, cruzó un remate de aire y dejó parado a Rigamonti para conquistar el agónico triunfo. El triunfo no hace más que hundir a Quilmes en la zona baja de la tabla, ya que un triunfo de Olimpo o Arsenal en el duelo que tendrán entre sí el domingo lo meterá nuevamente en zona de descenso.