9 de mayo de 2017

Entronización de imagen de la Virgen desatanudos en la Catedral de Quilmes

El domingo 7 de mayo, en el contexto de la misa vespertina en la Catedral de Quilmes, se entronizó la imagen de Nuestra Señora Desatanudos, una obra de la artista local Ana Juan. La obra original se remonta al 1700 en Alemania y su devoción fue impulsada en la Argentina por un joven jesuita: el actual papa Francisco. La obra es de una reconocida artista local, Ana Juan, quien ha recibido numerosos premios y reconocimientos a nivel nacional, habiendo presentado su obra figurativa hiperrealista en más de 150 exposiciones. Este momento de profunda expresión de fe, convocó a muchos fieles celebrando la presencia de esta antigua advocación mariana cuyo origen se sitúa al año 1700 en Ausburgo, Alemania, en una pintura de Johann Melchior Georg Schmittdner pintada en estilo veneciano y con influencia barroca, representando una advocación de la Inmaculada Concepción bajo el título de Knotenlöserin (la que desata los nudos). La imagen de María Desatanudos tiene una clara referencia a los problemas humanos que se simbolizan como energías que atascan el normal flujo de comunicación entre Dios y los hombres, representados en cintas que la Virgen desata y destraba con ayuda de los ángeles. En la Iglesia Católica, no sólo la reconocen como “Madre de Dios, María la que desata los nudos”, sino también como “Madre del buen consejo” y “Patrona de los matrimonios y de los conflictos en la vida de las personas y los pueblos”. Esta devoción llegó a nuestro suelo en 1984 traída de Alemania, de manos de de un sacerdote Jesuita, Jorge Bergoglio, hoy nuestro Papa Francisco.