31 de julio de 2014

Alternativas para el envío de insulina por correo

(Por AW) Hace más de un año estaba en Málaga por una beca de estudios, mi estadía iba a ser de seis meses y me terminé quedando un año. Como había planeado el viaje para medio año llevaba la cantidad de insulina necesaria para ese tiempo, pero con la extensión de la beca necesitaba más insulina. Mi familia quiso enviármela por correo pero no encontró un modo de hacerlo. Mientras que racionaba todo lo que podía lo que usaba a diario, finalmente, nos ayudó un amigo español que conocía a alguien de Novo Nordisk que me dio la insulina que necesitaba. 
Es importante no obviar que pedimos ayuda en la Dirección de Argentinos en el Exterior y en la Federación Argentina de Diabetes, y en ninguno de los dos lugares nos ayudaron ni demostraron voluntad de servicio para encontrar juntos el modo de resolver este problema. Algo sin lugar a dudas llamativo, ya que el rol de ambos es ayudar, en uno a los argentinos en el exterior y en el otro, a las personas con diabetes. Luego de haber contado mi situación, nunca se volvieron a poner en contacto para saber que había pasado conmigo. Lo que más nos llamó la atención es la falta de voluntad para ayudar a una familia que estaba angustiada pensando que su hija se iba a encontrar sin los insumos necesarios para poder vivir. Aún hoy no entiendo como personas con los medios y contactos que tienen tanto la Dirección de Argentinos en el Exterior como la Federación Argentina de Diabetes, no pudieron, o mejor dicho, no quisieron hacer nada.
Como dije más arriba, nos terminó ayudando un amigo español que tenía una voluntad increíble para encontrar la forma de conseguir los insumos. Él no se dedica a ayudar a diabéticos pero sus ganas de ayudarnos hizo que mueva cielo y tierra para conseguirlos. Estamos realmente agradecidos con él y con su familia, y sus acciones me demuestran que las personas que tienen ganas de ayudar lo hacen sin distintivos ni enarbolando banderas ni causas sino con acciones concretas y volviendo posible lo que parece imposible.
Luego de pasar el momento crítico y ya con las insulinas en mano, en julio de 2013 escribí un artículo para “La Mirada” sobre la imposibilidad de enviar insulina por correo desde Argentina a España. En esa misma nota decía que si alguien había vivido una situación similar que me escriba. Quería saber si había otras personas que habían pasado por lo mismo y como pudieron resolverlo. 
Pasaron los meses y no me escribió nadie. Como pasa muchas veces en el oficio de la escritura uno se termina quedando con la sensación de que nadie lo leyó, y que incluso a las palabras escritas, tal vez, también se las lleva el viento. Hasta que distintas personas me contactaron por el mismo problema: tenían un familiar o alguien cercano con diabetes en otro país y no encontraban un modo seguro de enviarle la insulina. Lógicamente otro factor en común era la angustia de no poder ayudar al otro enviándole un insumo que es vital para la vida de un diabético.
Frente a la imposibilidad de enviar la insulina por correo, a quienes me escribieron les envíe una lista de ideas para hacerle llegar la insulina a la persona en cuestión o para que el propio diabético la consiga por otros medios. En este artículo comparto esa serie de ideas alternativas:
Primero averiguá si tu seguro de viaje cubre tu emergencia. Siempre mejor prevenir que curar, antes de salir tendrías que saber que clase de emergencias cubre tu seguro y chequear los distintos problemas que podrías tener como diabético. Si no lo hiciste antes, descartá de todos modos esta posibilidad porque es la vía más rápida para poder conseguir la insulina, si es que la cubre tu seguro.
Revisá con cuantas insulinas contás y para cuanto tiempo más te van a durar. Se que “oficialmente” no es lo mejor, pero lo primero que hice (y me han comentado que hicieron lo mismo) es racionalizar la insulina. Frente a una emergencia es preferible usar unas unidades menos cada día que quedarte sin insulina una semana, sin ninguna duda. Igualmente hay que hacerlo con criterio y sin poner en riesgo la salud. 
Si un familiar o amigo va a visitar próximamente la ciudad en donde se encuentre el diabético en cuestión, es una opción favorable para tener en cuenta, para que alguien lleve las insulinas. Tiene que averiguar con que papeles presentarse en el aeropuerto (como mínimo una nota del médico) y llevar las insulinas en el bolso de mano. En mi experiencia no tuve ningún inconveniente con los insumos de la diabetes en ninguno de los aeropuertos en los que estuve, ni siquiera me pidieron las notas de mi diabetóloga justificando el traslado. Pero de todos modos, siempre hay que presentarse con todo en orden, más si el que los traslada no es el propio paciente.
Es importante que el propio diabético no subestime su diabetes. Como conté el año pasado, yo había preparado todos los insumos para mi viaje, pero di por sentado desde el “sentido común” que podrían enviarme insulina por correo si necesitaba un poco más. Pero en estos casos, como en muchos otros, el sentido común no es suficiente. Si tenés diabetes no des por sentado nada. Quedarnos sin insulina no es un juego, nuestro páncreas no funciona y nuestro rol es suplantarlo, siempre. En relación a esto, en una situación de viaje o si vivís en otro país es fundamental estar en contacto con otros diabéticos o una organización que funcione como apoyo. Si, podrás pensar que no es vital, pero no es lo mismo estar solo en otro país que contar con otros que viven teniendo diabetes. A veces quienes vivimos con la enfermedad desde hace muchos años damos por sentado que siempre la vamos a poder pilotear y que no necesitamos ese apoyo, pero más de una vez nos puede ser de mucha ayuda. 
Similar al punto anterior, pero distinto: si ya estando en otro país y poniéndote en contacto con otros diabéticos del lugar no podés resolver el problema, usá Internet. En la actualidad hay numerosas comunidades de diabéticos que se encuentran en la red. Algunos ejemplos son: “Vive tu diabetes” y “Club Diabético tipo 1” dos grupos de Facebook de diabéticos de habla hispana; Y otra opción es Estudiabetes.org, una comunidad de diabéticos en donde se arman foros, grupos, etc.. No puedo asegurar que haya ahí afuera alguien que te pueda ayudar, pero si a mí alguien me contactase y puedo darle una mano, voy a hacerlo, y es bastante probable que otros diabéticos piensen igual. Contá tu situación, donde estás y cuanta insulina necesitás para salir del estado de emergencia. Que otros sepan que estás en problemas va a hacer que te encuentren personas dispuestas a ayudarte. 
Muchas personas llegaron a mi anterior nota buscando en Google información sobre envío de insulina al exterior, como vieron que había estado en un problema similar me escribieron. A todos les respondí que yo no conocía un modo de envío de insulina por correo pero les enviaba mis ideas, estas alternativas frente a la imposibilidad del envío. En todas las personas observé que los familiares eran los que más se movilizaban y más preocupados estaban por la vida del diabético. Por más crítica que sea la situación es importante que la familia no pierda la calma y que junto a la persona con diabetes busquen el modo de conseguir la insulina necesaria. Y más importante aún es que en todos los casos que me escribieron, la situación se resolvió favorablemente.